Una de las pautas más famosas y
seguidas en bolsa es la de “Compra en Octubre y vende en Mayo”. Esta pauta se basa
en que el periodo comprendido entre Junio y Septiembre es negativo para las
bolsas. Pero ¿a qué se debe este comportamiento? En realidad, este
comportamiento apareció hace ya un par de siglos. Según parece, durante muchos
años, los caballeros financieros de Londres dejaban la capital británica
durante el periodo veraniego para irse a ciudades costeras del sur del país y
cambiar la especulación financiera por las apuestas en los casinos. Al mismo
tiempo, en Wall Street, la llegada del verano a Nueva York era insoportable,
por lo que la mayoría de los inversores cogían vacaciones “bursátiles”. Eso
duró hasta que apareció el aire acondicionado, por el año 1.985. Y, desde
entonces, el movimiento en las bolsas durante el verano –no se sabe si por
tradición, por seguir la pauta o por las vacaciones- suele ser muy bajo y más
bien a la baja.
Sobre
la pauta “Compra en Octubre y vende en Mayo”, podemos encontrar diferentes estudios,
aunque mayoritariamente ganan en rentabilidad con bastante claridad en todas
las bolsas europeas y americanas los meses comprendidos entre Octubre y Mayo
que los meses complementarios; es decir: los meses entre Junio y Septiembre. De
hecho, en Septiembre suelen aparecer en los últimos años algunos bandazos de
ida y vuelta muy peligrosos.
Aunque
hay quien defiende que es más rentable operar durante todo el año, para
aquellos que no quieran estar pendientes del mercado durante el verano, lo
mejor es vender y olvidarse. Eso sí; si luego sale un buen periodo no podemos
quejarnos, ya que es mejor descansar que lamentar.
A continuación os presento una tabla de los
últimos años del IBEX, donde aparece la rentabilidad en tres columnas: de
Octubre a Mayo, de Junio a Septiembre y el año completo.
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